El Gran Avivamiento de África Oriental

La choza de Blasio Kugosi (hoy, un museo) donde comenzó el avivamiento

La choza de Blasio Kugosi (hoy, un museo) donde comenzó el avivamiento

En 1935, Blasio Kugosi, un maestro anglicano en una escuela primaria en Ruanda, se sentía profundamente desanimado por la falta de fe y vida en la iglesia y en su propio caminar con Cristo. Imitando a los primeros Cristianos, se encerró en su choza por una semana de oración y ayuno. Como Moisés, le dijo al Señor: <<no me voy de aquí sin tener un encuentro contigo. Muéstrame tu Gloria.>> Al final de esa semana tuvo un encuentro potente con Dios y salió un hombre transformado. Inmediatamente fue a su familia y a la escuela donde el trabajaba confesándoles sus pecados y pidiéndoles perdón por cualquier manera como el les había ofendido. También les compartió el evangelio y un gran avivamiento se desató que resultó en mucho de los niños estudiantes y otros maestros siendo salvos. Estos niños y  maestros salieron de la escuela a los pueblos cercanos de donde venían y fueron predicando de Cristo y de lo que les había pasado. Así comenzó a esparcirse y a crecer el avivamiento. A estos niños y maestros se les empezó a llamar “abaka” que en su idoma significa “personas encendidas.”

Comenzaba el fuego de avivamiento.

Poco después, Blasio, fue invitado a ir a Uganda, a visitar la Iglesia Anglicana allá. El fuego del Espíritu Santo también descendió ahí con resultado similares a lo ocurrido en Ruanda. Esto fue el comienzo de lo que hoy en día se conoce como el Gran Avivamiento de África Occidental. Este avivamiento resultó en crecimiento de por millones de la Iglesia Anglicana en Ruanda, Kenia, Uganda y Tanzania y muchos historiadores dicen que es el aviamiento mas duradero en la historia de la Iglesia.

¿Podemos ver algo similar hoy entre pueblo latino?

Sin duda es posible, pero requerirá de nosotros un profundo arrepentimiento, oración, ayuno y un buscar de Dios como nunca antes.

¡Señor, muévete en Latinoamerica y entre en pueblo latino en las Américas como en África Occidental! ¡Haznos un pueblo abaka!